El hombre necesita ver para creer y el
cerebro necesita crear para ver.
El sistema nervioso, no es
simplemente un receptor de la información que le llega de fuera, sino que
realmente es un generador de realidades que luego se contrasta con una realidad
externa. ¿A quién no le ha pasado al menos una vez, leer otra palabra en vez de
la que estaba escrita en realidad, o creer haber visto una cosa de un color que
luego resulto no ser así? Las llamadas “ilusiones ópticas” nos dicen
que el cerebro ve lo que quiere ver, por lo que somos incapaces de captar lo
que solemos llamar “la realidad”.
Y así, infinidad de ejemplos, con
lo cual cuando le reprochamos al nuestro cerebro que ve lo que cree y no lo que
ve realmente, algo de verdad hay porque, es exactamente lo que hace nuestro
sistema nervioso. Pero gracias a esto podemos funcionar como seres humanos, podemos
generar arte, tener más creatividad de nuevas ideas, cambiar nuestra realidad
al entorno y adaptarla a nuestras realidades sociales.
Nuestra mente, no solamente puede
controlar las emociones, habilidades o el cuerpo, sino que también puede
influenciar el mundo exterior que aparentemente
está fuera de nuestro control. El cerebro es la sede de nuestras emociones,
es un órgano muy complejo que controla y regula las acciones y reacciones del
cuerpo.
Todo el sistema emocional trabaja de
manera inconsciente y sólo una pequeña parte se nos hace
manifiesta.
Toda nuestra vida está basada en las emociones y afectos, el organismo
confía mucho más en ellos que en las reflexiones de nuestra capacidad intelectual.
En momentos de peligro o en situaciones de emergencia, el organismo confía más en
las respuestas emocionales, inconscientes, que protegen mucho mejor al organismo
y que además son más rápidas que en cualquier otro pensamiento consciente y
racional, aunque es cierto que nuestra capacidad racional está ahí para
controlar nuestras emociones, parece claro que no lo consigue del todo.
La naturaleza del cerebro y la
prioridad de la mente es encontrar una solución que aporte el mayor beneficio,
con el menor sufrimiento.
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